«La campaña de Falange en los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid genera polémica»

La publicidad electoral del partido Falange ha causado controversia al ser colocada en varios autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) del Ayuntamiento de Madrid. En los carteles, se puede ver la imagen de José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange, junto con el símbolo del partido.

La campaña comenzó el 14 de julio y estará vigente hasta el 21 de julio. La EMT ha explicado que la publicidad en sus vehículos depende de una empresa especializada, y una vez que recibió el contenido de la campaña, se lo trasladó a la Junta Electoral Central (JEC). Sin embargo, la JEC argumentó que no es su responsabilidad comprobar el contenido de los carteles de propaganda electoral ni asesorar legalmente sobre su legalidad.

Falange ha promocionado la campaña a través de sus redes sociales, aprovechando la fecha del 18 de julio, aniversario del inicio de la Guerra Civil española. La colocación de estos carteles ha generado críticas por parte de muchos españoles en las redes sociales, quienes cuestionan la existencia de la Ley de Memoria Democrática si se permite la aparición de figuras como Primo de Rivera y símbolos de la Falange en espacios públicos.

La polémica no se limita a los autobuses, ya que Falange también ha elaborado un spot publicitario para los espacios gratuitos que RTVE cede a los partidos extraparlamentarios. El anuncio incluye la reproducción de «Cara al Sol», himno de Falange, en la radio y televisión públicas. En el anuncio, el partido critica la supuesta censura que sufren debido a la Ley de Memoria Democrática, y apela al voto.

Ante la controversia generada, RTVE decidió paralizar la emisión de la cuña radiofónica y consultar a la Junta Electoral Central sobre su posible incumplimiento legal. La ley considera una infracción grave aquellas campañas publicitarias que inciten a la exaltación de la sublevación militar, la Guerra Civil o la dictadura y sus dirigentes, cuando estas acciones entrañen descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas.

La respuesta de la Junta Electoral Central es esperada para definir si la campaña publicitaria de Falange cumple con la legalidad vigente. Mientras tanto, la polémica continúa en las redes sociales y en el debate público, alimentando la discusión sobre los límites de la libertad de expresión y el tratamiento de la memoria histórica en España.