Los edificios más icónicos del mundo se transforman en maravillosas locuras al estilo «Dreamhouse» de Barbie gracias a la creatividad de Jellyfish y su colaboración con la inteligencia artificial generativa de Midjourney.

En este frenesí de color rosa chicle que ha conquistado al mundo, la campaña de marketing de Barbie, impulsada por la película «live-action», ha arrasado con todo a su paso. Y no solo las marcas se han subido al tren de este fenómeno, sino también la inteligencia artificial.

Jellyfish, la agencia de marketing creativo, ha utilizado la IA de Midjourney para imaginar cómo serían algunos de los edificios más icónicos del mundo si adoptaran el estilo característico de la «Dreamhouse» de Barbie.

El emblemático Edificio Chrysler de Nueva York se transforma con la ayuda de la IA en un impresionante edificio enmarcado por un suntuoso atrio que recuerda a la guarida de un villano. Mientras tanto, la plaza frente a la Ópera de Sídney se convierte en una elegante piscina de forma oval, porque Barbie no sería Barbie sin una piscina.

Para imprimir el sello «barbiecore» a estructuras como el Puente de la Torre de Londres o la Torre Eiffel, Jellyfish experimentó con diversos estilos y universos creativos. Inspirándose en el universo cinematográfico de Wes Anderson, lograron dotar de un color adecuado y un estilo único a estas creaciones.

El trabajo de Jellyfish, que en realidad es una campaña para ConservatoryLand, incluye referencias a arquitectos como Robert Venturi y Bernard Tschumi, al arte moderno, al minimalismo y a la estética «fairy key» que surgió en Japón en los años 80.

Emma Rose, directora de diseño de Jellyfish, explicó que, aunque podría haber creado todas las imágenes por sí misma, hubiera requerido una cantidad abrumadora de tiempo. Gracias a Midjourney, pudo tener listas todas las imágenes en tan solo un día de trabajo. Rose destacó que Midjourney es una herramienta excepcional para la generación de imágenes y que su última actualización la convierte en la herramienta perfecta para proyectos divertidos como este.

En conclusión, la creatividad ilimitada de Jellyfish y la inteligencia artificial de Midjourney nos llevan a un mundo donde los edificios más emblemáticos se transforman en sueños hechos realidad al estilo “barbiecore”. Este fenómeno irresistible nos invita a imaginar qué nuevas maravillas nos esperan en el fututo de la publicidad y la arquitectura.