¿Qué es el Green Marketing?

El Green Marketing, también conocido como marketing verde o ecomarketing, es una estrategia cada vez más popular entre las marcas que buscan posicionarse como responsables ambientales y sociales. Los problemas medioambientales son cada vez mayores y las acciones por mejorar el medio ambiente crecen y se multiplican gracias a la innovación.

En este artículo, te decimos qué es exactamente el Green Marketing, sus beneficios para las marcas y cómo algunas empresas líderes lo aplican en sus estrategias comerciales.

¿Qué es el Green Marketing?

La American Marketing Association, define el Marketing Verde como “el desarrollo y el marketing de productos designados a minimizar los efectos negativos en el ambiente físico, o bien a mejorar su calidad” y también destaca que son aquellos “esfuerzos de las organizaciones de producir, promover, empaquetar y reclamar productos en una forma sensitiva o responsiva a preocupaciones ecológicas”, una definición algo abstracta pero que define bien el concepto del Green Marketing, vinculándolo siempre al Marketing Social.

Por otro lado, The Green Marketing Company, define el Marketing Verde como “aquellas actividades promocionales orientadas a tomar ventaja de los cambios de actitud de un consumidor sobre una marca. Estos cambios son influenciados por políticas y prácticas que afectan la calidad del medio ambiente y reflejan el nivel de su preocupación por la comunidad”.

Si resumimos las dos definiciones que dan estas dos instituciones, definimos el Green Marketing como “las prácticas que generan las marcas para mejorar el medio ambiente, con el objetivo de sumar una ventaja competitiva y un cambio de percepción del consumidor sobre la marca, demostrando que se preocupan por el medio ambiente”.

El origen del Green Marketing

El origen del Green Marketing se remonta a principios de los años 90, cuando se empezó a originar una gran conciencia social por cuidar más el medio ambiente. Uno de los mayores precursores fue Al Gore que, con su acertada película “Una Verdad Incómoda” basada en los problemas medioambientales que había ya por entonces, desató un cambio de actitud por parte de la sociedad que fue en aumento, y las marcas no quisieron desaprovechar dicho cambio en el consumidor.

La creación de productos que fueran lo mayor biodegradables posibles fue uno de los cambios más notorios, ya que con el mero hecho de generar bolsas de plástico biodegradables se pudo conseguir rebajar un alto porcentaje de bolsas que quedan muertas en medio del mar.

El uso de productos reciclados también fue una de las técnicas más usadas por las marcas, las cuales se dieron cuenta en muchos de los casos que utilizar productos reciclables también les suponía a largo plazo un ahorro en gastos de desecho de los materiales usados para la producción.