Un grupo de investigadores españoles ha realizado un estudio sobre los servicios de interacciones falsas en redes sociales que se ofrecen a través de buscadores como Google, así como los precios por los que se comercializan. En este catálogo se incluyen suscripciones, comentarios, reseñas e incluso visualizaciones de anuncios.

Las redes sociales se han vuelto imprescindibles en las estrategias de marketing digital para la mayoría de los anunciantes. Según el Estudio de Inversión Publicitaria en Medios Digitales 2023 de IAB Spain, en 2022 se destinaron 1.278,9 millones de euros a la publicidad en redes sociales, lo que supone un aumento del 7,3% en comparación con el año anterior. Esto sitúa a las redes sociales como el segundo soporte digital con mayor inversión publicitaria.

Además de las redes sociales, el marketing de influencers también ha experimentado un crecimiento significativo en el último año. Los creadores de contenido han percibido un total de 63 millones de euros.

Aunque el uso de interacciones falsas en redes sociales puede resultar tentador para aumentar la visibilidad y el engagement de una marca o perfil, este estudio pone de manifiesto los peligros y las consecuencias negativas de este tipo de prácticas. No solo se trata de una forma de fraude y engaño hacia los seguidores y el público en general, sino que también puede suponer un riesgo para la reputación de la marca y para la integridad de las plataformas sociales.

Los investigadores han descubierto que es relativamente sencillo acceder a este tipo de servicios de interacciones falsas a través de buscadores como Google. Solo es necesario realizar una búsqueda específica para encontrar diferentes proveedores que ofrecen sus servicios a precios muy variados.

El catálogo de interacciones falsas es amplio y ofrece opciones como suscripciones automáticas, comentarios prefabricados, reseñas falsas, visualizaciones de anuncios no reales, entre otros. Estos servicios están diseñados para simular una actividad orgánica y auténtica en las redes sociales, pero en realidad son generados por bots y no provienen de usuarios reales.

En cuanto a los precios, el estudio revela que existen diferencias significativas. Algunos proveedores ofrecen paquetes de interacciones falsas por precios muy bajos, mientras que otros cobran cantidades mucho más altas. Esto permite que cualquier persona o marca, independientemente de su presupuesto, pueda acceder a este tipo de servicios.

La compra de interacciones falsas en redes sociales plantea graves problemas éticos y legales. No solo está prohibida por la mayoría de las plataformas sociales, sino que también puede resultar en sanciones y penalizaciones, incluso la suspensión o eliminación de la cuenta.

Además, el uso de interacciones falsas puede deteriorar la confianza y la credibilidad de una marca en el público. Los seguidores y usuarios pueden darse cuenta de estas prácticas fraudulentas, lo que puede llevar a una pérdida de confianza y a un daño irreversible para la imagen de la marca.

En resumen, aunque comprar interacciones falsas en redes sociales puede parecer una solución rápida y económica para aumentar la visibilidad y el engagement, es una estrategia de alto riesgo con consecuencias negativas a largo plazo. La honestidad, la autenticidad y el compromiso real con el público son fundamentales para construir una marca sólida y mantener una reputación positiva en el entorno digital.

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Especial IPMARK – Marketing Digital 2023