Cuando un cliente va a realizar una compra, su decisión se basa en dos aspectos: el racional y el emocional. Por lo tanto, para que la publicidad de una marca sea efectiva, debe tener en cuenta ambos elementos. Sin embargo, dependiendo del público al que nos dirigimos, en algunas estrategias se trabaja más el aspecto racional y en otras el emocional. En este artículo nos centraremos en la publicidad emocional y los beneficios que puede traer a una empresa.
La publicidad emocional se refiere a aquella que utiliza mensajes que apelan a las emociones del público con el objetivo de animarlos a comprar ciertos productos o servicios. En este tipo de marketing, se utiliza mucho el simbolismo y no se suelen incluir datos objetivos, sino sentimientos subjetivos.
La clave de una buena publicidad emocional es que el público objetivo se identifique rápidamente con los valores transmitidos y sienta la necesidad de comprar lo que se le muestra. De esta manera, el producto o servicio no es el protagonista de la campaña, sino las emociones y sensaciones que experimenta el espectador.
El neuromarketing es la disciplina que estudia las diferentes técnicas publicitarias que se incluyen en la publicidad emocional.
Hay cinco elementos o características que definen a la publicidad emocional:
1. Impacto: La publicidad emocional busca generar un impacto emocional en el espectador para captar su atención y ser memorable.
2. Contenido emocional: Los anuncios emocionales se enfocan en transmitir emociones positivas, como felicidad, empatía o alegría, para crear una conexión afectiva entre la marca y el público.
3. Historias y narrativas: La publicidad emocional suele utilizar historias y narrativas que involucran al espectador, lo que ayuda a generar una mayor conexión emocional.
4. Llamado a la acción: A pesar de no centrarse en datos objetivos, la publicidad emocional busca persuadir al espectador para que tome una acción, ya sea comprar el producto o servicio, compartir la campaña en redes sociales, etc.
5. Autenticidad: Los anuncios emocionales deben ser auténticos y genuinos para que el público se sienta identificado con la marca y sus valores.
Algunos ejemplos de publicidad emocional incluyen anuncios que buscan generar nostalgia, promover valores positivos como el amor o la amistad, o inspirar al espectador a superar obstáculos y lograr sus metas.
Los beneficios de la publicidad emocional son varios. En primer lugar, genera una mayor conexión emocional con el público, lo que puede llevar a una mayor fidelidad hacia la marca. Además, al apelar a las emociones, la publicidad emocional puede ser más impactante y memorable, lo que ayuda a que la marca se destaque y se recuerde en la mente del consumidor. También puede generar una mayor viralidad, ya que los anuncios emocionales suelen ser compartidos en redes sociales debido a su capacidad para generar una respuesta emocional en las personas.
En resumen, la publicidad emocional es aquella que se basa en transmitir emociones en lugar de datos objetivos. Busca generar una conexión emocional con el público y puede ser más impactante y memorable que otros tipos de publicidad. Además, puede generar una mayor fidelidad hacia la marca y tener un mayor potencial de viralidad en las redes sociales.
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