El impacto del «caso Dylan Mulvaney» en Bud Light ha sido muy significativo. Esta marca, que solían ser la más vendida en Estados Unidos, ha sufrido una disminución estimada del 25% en las ventas. Además, ha perdido su primer puesto frente a su competidor, Modelo.
Antes del escándalo, Bud Light ya venía enfrentando problemas. Estaba perdiendo cuota de mercado y buscaba atraer a los jóvenes bebedores para asegurar su futuro. Su intento de hacerlo a través de la asociación con Mulvaney resultó en un desastre.
La campaña con Mulvaney llevó a diversas consecuencias negativas para Bud Light. Por un lado, la consideración de marca entre los consumidores habituales se mantuvo relativamente estable, aunque comenzó a disminuir a principios de 2023, coincidiendo con la caída de la participación de mercado. Sin embargo, aquellos consumidores que no compraban Bud Light antes del caso disminuyeron su consideración hacia la marca en un 40%. Esto representa una gran preocupación, ya que estos consumidores, que suelen decidir basándose en precios o ubicación en las estanterías, son clave para el crecimiento de la marca.
La lección que Bud Light y otras marcas deberían aprender de este caso es que antes de manifestarse en temas políticos o controvertidos, es fundamental contar con una estrategia que anticipe la respuesta de los consumidores. No se puede intentar aplacar una polémica sin un plan bien definido de antemano, ya que esto puede causar daños significativos a la reputación y a las ventas.
Es importante que las marcas se centren en su identidad y se comuniquen efectivamente con los consumidores, especialmente aquellos que determinan el crecimiento y éxito a largo plazo de la empresa. La coherencia y la confianza del consumidor son fundamentales para el éxito de una marca.
Además, este caso no es único en la historia de las marcas. Ejemplos como el caso de New Coke en 1985, cuando The Coca-Cola Company decidió cambiar la fórmula de su bebida y provocó una reacción negativa del público y una caída en las ventas, o el caso de Samsung con el Galaxy Note 7 en 2016, cuando la empresa tuvo que retirar del mercado millones de dispositivos debido a problemas de seguridad con las baterías, demuestran que las marcas deben aprender de estos errores y tener una estrategia sólida ante posibles reacciones de los consumidores.
En conclusión, el «caso Dylan Mulvaney» ha tenido un impacto significativo en Bud Light, que ha sufrido una disminución en las ventas y ha perdido su posición como la marca más vendida en Estados Unidos. Este caso es un recordatorio importante para las marcas de la importancia de tener una estrategia sólida y anticipar las posibles reacciones de los consumidores antes de manifestarse en temas políticos o controvertidos.