Amazon se ha enfrentado a la Unión Europea al presentar un recurso contra la clasificación de «plataforma digital muy grande» que le ha asignado Bruselas. La compañía argumenta que, como retailer de productos de consumo, no debería estar sujeta a la supervisión más estricta establecida por la nueva Ley de Servicios Digitales (DSA) de la UE. Amazon afirma que el objetivo de la DSA es regular los servicios que diseminan información y opinión financiados mediante publicidad, y no se aplica a su negocio de venta minorista.

Además, Amazon destaca que no es el retailer más grande en ninguno de los países individuales de la UE, lo que significaría una desventaja competitiva si se le impone una supervisión más estricta que sus competidores locales.

En su recurso, Amazon también resalta las medidas que ha tomado en los últimos años para proteger a los consumidores europeos de productos ilegales, como los artículos falsificados.

No es solo Amazon quien se ha opuesto a esta clasificación. Zalando, el retailer alemán, también ha presentado un recurso contra la designación de «plataforma digital muy grande» por parte de la UE. Zalando argumenta que su modelo de negocio híbrido, que incluye la venta de productos propios y de terceros, no debería estar sujeto a la DSA. Además, sostiene que el número de usuarios de su plataforma no debería ser relevante en este caso.

La Comisión Europea también ha calificado como «plataformas digitales muy grandes» a Google y Alibaba, y ha enfatizado que la DSA no se limita solo al discurso de odio y las noticias falsas, sino también al cumplimiento de las restricciones de edad y la lucha contra productos ilegales o inseguros.

Según la DSA, las plataformas digitales con más de 45 millones de usuarios activos al mes deben eliminar contenido ilegal de manera más rápida y someterse a una evaluación de riesgos anual para combatir el contenido nocivo. Estas plataformas también deben compartir datos con las autoridades y los investigadores.

En resumen, Amazon y Zalando se resisten a ser clasificados como «plataformas digitales muy grandes» por la UE y argumentan que la DSA no se aplica a sus modelos de negocio. Estos recursos ante el Tribunal General de la UE en Luxemburgo buscan defender su posición y evitar una supervisión más estricta por parte de la UE.